Es una técnica mínimamente invasiva desarrollada para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata, es decir, el aumento benigno de la próstata. Con ella se realiza la Vaporización Prostática Fotoselectiva (PVP). Actualmente la PVP ha demostrado ser tan eficaz como la tradicional resección transuretral de próstata (RTU) pero con menos efectos secundarios.